Carpe diem – Horacio – Falsalarma

noviembre 30, 2009

horacio

Carpe diem, Horacio

No pretendas saber, pues no está permitido,

el fin que a mí y a ti, Leucónoe,
nos tienen asignados los dioses,
ni consultes los números Babilónicos.
Mejor será aceptar lo que venga,

ya sean muchos los inviernos que Júpiter

te conceda, o sea éste el último,
el que ahora hace que el mar Tirreno
rompa contra los opuestos cantiles.
No seas loca, filtra tus vinos

y adapta al breve espacio de tu vida
una esperanza larga.
Mientras hablamos, huye el tiempo envidioso.
Vive el día de hoy. Captúralo.

No fíes del incierto mañana.

Esta canción me recuerda al poema de Carpe Diem de Horacio, (siglo I a.C.-I d.C) porque ambos hablan de cómo tienes que aprovechar el tiempo ya que nunca sabes dónde estarás mañana y sólo tienes una vida para hacer tanto en tan poco tiempo, siempre haz las cosas con cabeza y no sin pensar, porque puedes arrepentirte con el tiempo.

Falsalarma – Carpe Diem

Adrián


¿Para qué estudiar Lenguas Clásicas o Cultura Clásica?

septiembre 8, 2008

Hoy comienzo este blog sobre la Cultura Clásica, que espero os sirva para acercaros más y mejor a su estudio. Con él trabajaremos durante todo el curso;. Y digo «trabajaremos» porque la intención de este blog no es más que la de  añadir un instrumento de trabajo diario, con el que podremos agilizar, recrear y animar nuestras clases. Sin vosotros no tiene sentido…

Y para comenzar, os quiero hablar de la importancia del estudio del Latín, el Griego o la Cultura Clásica, aunque no sirvan para nada.

Hace poco leí unos comentarios en un blog muy interesante de otro porfesor de Clásicas, Carlos Cabanillas.  Creo que él lo resume mucho mejor que yo, así que os dejo con él:

«Parece que en los últimos tiempos se reaviva la eterna polémica de la utilidad de las lenguas clásicas. De lo que últimamente he leído al respecto, me han gustado especialmente algunos párrafos de un artículo de Antonio Arbea «¿Por qué estudiamos Latín?». Destaco algunos de sus párrafos (las negritas son mías):

Digamos, desde ya, que si el latín tiene alguna utilidad práctica, no es ciertamente en ella donde reside la importancia de estudiarlo. A propósito de esta preocupación, hoy tan frecuente, por la utilidad práctica —preocupación que invade últimamente con cierta frecuencia incluso a la propia universidad, pervirtiendo sus tareas más esenciales, por principio desinteresadas—; a propósito, digo, de este prurito practicista, que impulsa a preguntar por la utilidad práctica de todo, incluido el latín, resulta pertinente recordar lo que en cierta ocasión le dijo Unamuno a un ingeniero, muy practicista también él, en el momento en que iba —el ingeniero— a tomar un tranvía para dirigirse a escuchar un concierto: «Dígame, amigo: ¿cuál de las dos cosas es más práctica: el tranvía que lo lleva al concierto, o el concierto mismo?»

El interés por el estudio del latín se funda en que esta lengua es portadora de una cultura y una civilización que llegan mucho más acá de lo que conocemos como antigüedad grecolatina. Cualquier indagación profunda en las ciencias y, especialmente, en las humanidades remite indefectiblemente a la cultura clásica y patentiza nuestros vínculos con ella.

Mi punto de vista en torno a este asunto transita por dos ejes: 1: ut supra dixi, el latín no sirve para nada; y 2: sin conocer las lenguas clásicas no se puede conocer con fundamento la cultura occidental…»

Bueno, estoy totalmente de acuerdo con él. Ya lo hablaremos en clase


Eric Clapton y Catulo

septiembre 8, 2008